Creo
que el modo con en que los brasileños se toman el sexo es una de las cosas que
más me han llamado la atención. No quiero caer en la generalización y está
claro que en un país tan grande como Brasil existen personas de todas las ideologías.
Pero decir que en general, la gente se toma el sexo con más despreocupación que
en otros países, tampoco sería un error. Lo que en la vieja Europa conservadora
es un trauma generacional y tabú irreconciliable de muchas conversaciones, aquí
el sexo es guasa y diversión. Dejadme daros algunos ejemplos:
TPM:
hablar de la tensión pre-menstrual puede ser un entretenido tema de
conversación durante la comida con los compañeros de trabajo. La TPM es algo
muy presente en el día a día, incluso citado en libros de recetas de pasteles.
Así es como aprendí que el maracuyá o fruta de la pasión ayuda a relajar esa
pesada tensión.
Moteles
en plena ciudad: el pasado viernes fui a pagar el alquiler al casero, que
resulta ser el dueño del motel de enfrente de casa. Si bien su intención es
dejar de cobrar por horas, ese negocio parece ser de lo más rentable. Según mi
casero, Río de Janeiro es la única ciudad de Latinoamérica donde existen
moteles dentro de la ciudad. Ese viernes fue un desfile de mulatas acompañadas
de empresarios con traje. Vi hasta un chico y dos chicas de unos veinte años
pidiendo una habitación. Después de vivir unos cuantos meses aquí, he dejado de
pensar que un viernes por la tarde el chico va a hacer los deberes de
matemáticas con sus dos amigas…
Burdel
en el piso de abajo: creo que ya os había hablado del burdel que hay debajo de
mi oficina, en el piso 33, ¿no? Pues sí, para dar un alivio en la hora del
almuerzo.
Pegação:
de la palabra pegar (literalmente coger, con en sentido de tomar y el de…ya sabéis).
Uno puede pegar un autobús, ¡pero que no te peguen a ti! Una pegação es una
fiesta donde el objetivo principal es pegarse mutuamente. Uno va, se besa con
uno, luego con otro, hasta completar una amplia colección de paqueras o
peguetes (rollos). Lo mejor es que mientras se lían con uno, pasa el de hace
cinco minutos y ni se importa. ¡Viva la pegação!
Carnaval:
os resumo en pocas palabras lo que es un carnaval en Río: 40 grados al sol,
sudor, cerveza caliente, ni un lugar para ir al baño, gente, gente y más gente.
Podéis imaginaros el resultado. Sí, una pegação que dura días y días. Y sin
mucho dinero o un buen contacto, olvídate de ver los desfiles. ¡No hay modo de
entrar en el sambódromo!
No es
que Brasil sea un país con gente más libertina, porque personas lo somos todos. Aquí, sin embargo, el tema se aborda con
más naturalidad, diversión y humor. No es raro ver a un abuelito hablando con
su nieto de la negrita de la esquina, o una madre sacándole el tema a su hija. El
resultado es gente más feliz y menos acomplejada. Por un tiempo juzgué esta
cultura de ser demasiado despreocupada, pero, ¿será que los ejecutivos en otros
países no hacen también sus escapaditas y alardean de ser un ejemplo moral para
otras sociedades? Excluyendo la parte más agresiva de lo que os he contado y sin olvidar que no hay que hacer daño a los demás, tal
vez podríamos sacarle la parte positiva y aprender a tratar el tema con más
naturalidad, alegría y humor.
1 comentario:
Creo que al ver esta noticia, ya se donde voy a pasar mis próximas vacaciones, jaja. Creo que voy a conseguir algun Alquiler departamento Rio de Janeiro que me permita ir a una de las ciudades mas importantes del pais
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